Estos días me han atropellado al igual que tus comentarios, ha sido una sorpresa descubrirte. No sé cómo llegaste a mi blog, pero me alegro que de vez en cuando pases y me hagas pensar. Un beso, David.
PD: El sombrero del principito era lo de menos, siempre pudo atar bandadas de gorriones a sus muñecas.
Estos días me han atropellado al igual que tus comentarios, ha sido una sorpresa descubrirte. No sé cómo llegaste a mi blog, pero me alegro que de vez en cuando pases y me hagas pensar. Un beso, David.
PD: El sombrero del principito era lo de menos, siempre pudo atar bandadas de gorriones a sus muñecas.