Suave la noche,
sed de sal
hotel wella
todo se limita a saltar las rocas.
La brisa del mar
final del verano.
Una excusa
un recuerdo tan frágil
como las dunas
como la cara desconocida
del recepcionista de una pensión.
callan las notas de un acordeón oxidado
calla el portero hostil
el silencio espaciado del tiempo.
Si escuece, es que cura.