Despierta, ya es Septimbre, no sé porqué te muestras tan ofuscada, sabes que el verano queda atrás, sabes que estás preciosa, que es en estos días en los que dejas atrás el barullo de las noches en las que te sorprendíamos tan adornada que parecías disfrazada, son en los que admiro tu casi serenidad. Y hoy vas de gala, llevas tu color característico en este mes, has pasado un agosto dorada y ahora vistes de gris recordánconos lo que hemos dejado atrás, unos más que otros. Y entonces me das qué pensar, lo que ha sido, lo que tuve y lo que me espera. Sonrío, lejos quedan las tardes en las que me sorprendía en callejuelas rodeada de inmigrantes, guiris y otros despojos urbanos. Siempre he pensado que llamarte ciudad condal ha sido una nemez, demasiado altiva como para ser condesa, demasiado informal para reina..
Ahora solo impaciento por ver la preciosa cara que se te queda, una vez has descargado toda tu melancolía y permitas que los reflejos de los charcos te muestren por partida doble.