y llega el viernes, Ignasi sigue jugando conmigo, me paso las tardes arriba a bajo botando, rodando, de pie en pie, de mano en mano y como adoro el protagonismo decido quedarme entre los barrotes del edificio colindante a la escuela. Merezco un fin de semana de descanso.
Clara, cuando llevo medio minuto posicionada increpa a una chica con maletas que casualmente está a punto de entrar en el edificio.
- Hola saps qui viu a l’entresol primera? és que acabo de picar al timbre i no responen.
- Sorry is my first day in Barcelona.
Del balcón de al lado sale una señora, le explicamos lo que ha sucedido y nos explica que ella no puede entrar en la habitación porqué el piso es compartido y no puede acceder a la estancia del otro inquilino. Le preguntamos si podemos ir a buscarla el fin de semana y vaya, ella trabaja desde muy temprano pero promete que el lunes me bajará a la portería de la escuela.
¡Bieeen finde de relax!